Los ingresos de la Seguridad Social crecen al mayor ritmo de la última década

Los ingresos de la Seguridad Social generados por las cotizaciones sociales que pagan los trabajadores y las empresas están creciendo al mayor ritmo de la última década, superando la tasa de incremento del Producto Interior Bruto (PIB) y, por primera vez desde 2008, registrando un repunte superior a las afiliaciones.

Así lo muestran los datos de ejecución presupuestaria del sistema de protección social recogidos por OKDIARIO y que revelan que la recaudación neta de cuotas avanza a un ritmo del 4,8% hasta julio, superior al 3,3% que experimenta el PIB y también por encima del crecimiento interanual del 3,6% contabilizado por las afiliaciones a la Seguridad Social al cierre del séptimo mes del año.

En concreto, entre enero y junio la recaudación neta por cotizaciones sociales se situó en los 62.116 millones de euros, frente a los 59.248 millones ingresados por el sistema de protección en el mismo periodo de 2016. La recaudación generada por los trabajadores del Régimen General repuntó un 5,7%, mientras que la de los autónomos subió un 3,1%. Destaca el descenso del 30,5% registrado en la recaudación neta de las cuotas de los ocupados agrarios, la caída del 19,7% en el Régimen Especial de empleados del hogar y la reducción del 11,7% en los ingresos que aportan los ocupados de la minería del carbón.

La mala noticia es que, a pesar de que los ingresos de la Seguridad Social –medidos en recaudación neta de cuotas– crecen al mayor ritmo de la última década, no es suficiente para cumplir las estimaciones plasmadas por el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017. El Ejecutivo espera que los ingresos por cotizaciones sociales crezcan a un nivel del 6,8% este año (medidos en derechos reconocidos netos), pero al cierre de julio la tasa es del 4,78%.

Este desajuste entre las previsiones y la ejecución del presupuesto implican un desfase monetario de 1.213 millones de euros, que se traduce en una décima extra de déficit público respecto al PIB que el Ministerio de Hacienda deberá ajustar en otra partida para lograr cerrar el año con una brecha entre gastos e ingresos no superior al 1,1% del PIB, que es la estimada en los PGE de este año y que nadie espera que se cumpla. De hecho el déficit de la Seguridad Social podría ser este año incluso superior al récord del pasado ejercicio.

Así, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que el déficit de la Seguridad Social será del 1,6% del PIB al cierre del año con un crecimiento económico previsto del 3,3%. Esta cifra podría ser inferior si el PIB español se eleva en una tasa superior, pero en todo caso lo que parece seguro es que la brecha presupuestaria del sistema de protección podría rebasar los 18.000 millones de euros del pasado año.

La explicación de que siga aumentando el déficit a pesar del buen comportamiento de los ingresos se encuentra en el gran incremento de los gastos, fundamentalmente debido al gasto en pensiones que registra récords mensuales de forma recurrente y que han obligado a reducir el Fondo de Reserva y a acudir al Tesoro para dotar a la Seguridad Social de financiación extra para hacer frente a los pagos.

Por eso es tan importante que se llegue a un acuerdo en el seno de la Comisión del Pacto de Toledo para reformar la financiación del sistema y evitar el déficit crónico del mismo. A pesar de que el Gobierno apunta a 2020 como el año en el que la Seguridad Social cuadrará sus ingresos y sus gastos, los especialistas laborales dudan de esta previsión y reclaman una solución a largo plazo para garantizar la sostenibilidad del sistema. Por el momento la negociación política está atascada y ha sido imposible pactar un documento de mínimos que sirva de base para la reforma.